El virus del papiloma humano (VPH) es un virus frecuente, de transmisión sexual y es la infección viral más frecuente del aparato reproductor y es causa de diversos trastornos, tanto en hombres como en mujeres, incluidas ciertas lesiones precancerosas que pueden progresar a un cáncer y las verrugas genitales.
La doctora María Socorro, gineco-obstetra destaca que “es el virus más común a nivel mundial de transmisión sexual que consta de más de 150 serotipos, que es el agente causal del virus de los cuales se hace mención de los más importantes o los que más causan la enfermedad que son el 6 y 11 que son de bajo riesgo, es decir, que no causan ningún tipo de patología, los otros dos serotipos son el 16 y el 18 que son de alto riesgo porque a futuro pueden causar cáncer de cuello uterino u otro tipo de lesiones”. La infección por el VPH se asocia también a cánceres orofaríngeos y anogenitales y a otros trastornos en los hombres y las mujeres.
Los tipos de VPH no cancerígenos pueden causar verrugas genitales que son muy frecuentes y sumamente infecciosas. “La aparición de verrugas en los genitales es el primer signo de alerta, motivo por el cual las mujeres acuden a la consulta”, afirma la doctora Socorro.
El VPH no causa síntomas y lo más frecuente es que la infección desaparezca por sí sola. Las infecciones por VPH se resuelven generalmente sin ninguna intervención en pocos meses, y cerca del 90% se resuelven en un plazo de dos años.
El VPH se transmite por vía sexual, pero no es necesario que haya sexo con penetración para que se produzca la transmisión. El contacto genital de piel con piel es un modo de transmisión claramente establecido y el VPH puede transmitirse a pesar de que la persona infectada no muestre ningún signo ni síntoma.
La ginecóloga María Socorro alerta a las mujeres sobre la importancia de realizarse la citología anualmente como parte del control ginecológico que deben tener debido al alto índice de cáncer de cuello uterino. “Una vez se realice la citología, la paciente debe acudir inmediatamente al ginecólogo con el resultado para que éste la evalúe y en caso de tener algún signo de alarma, el médico pueda colocar el tratamiento adecuado”.
La mejor manera de prevenir la infección por el VPH es el empleo de la vacunación antes del inicio de la vida sexual activa. Se han autorizado tres vacunas inocuas y sumamente eficaces para prevenir la infección por los tipos de VPH de alto riesgo: bivalente, tetravalente y nonavalente. Estas vacunas son también sumamente eficaces en la prevención de las lesiones precancerosas del cuello uterino. Las vacunas tetravalente y nonavalente son también sumamente eficaces en la prevención de las verrugas genitales y anales. La OMS recomienda que todos los países procedan a la introducción de la vacuna contra el VPH a nivel nacional.
Los preservativos son útiles para reducir la probabilidad de infección, aunque no la eliminan por completo, ya que el virus puede encontrarse en zonas del área genital y anal que no están protegidas por el condón. De todos modos, se recomienda el uso de preservativos ya que puede prevenir otras infecciones de transmisión sexual y evitar embarazos no deseados.
“Mientras la actividad sexual se inicie a más temprana edad sin ninguna protección, hay alta incidencia de la aparición del VPH, y mientras más parejas tenga esa mujer o ese hombre, mayor riesgo va a tener de contraer el virus” aseguró la doctora Socorro.