Hipertensión arterial: Qué es y cómo evitarla

Uno de los principales factores de riesgo para sufrir de cardiopatía es la hipertensión arterial.

Una alimentación inadecuada, estrés, consumo excesivo de alcohol, tabaco, obesidad y hasta tener una vida sedentaria puede conllevar a sufrir de hipertensión arterial.

Se trata de una enfermedad muy común en todo el mundo que afecta a un tercio de nuestra población de más de 18 años. Afecta a más del 20% de los adultos entre 40 y 65 años y a más del 50% en las personas de más de 65 años. Se sabe que su frecuencia aumenta con la edad.

La hipertensión arterial puede ocasionar un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular u otras complicaciones.

La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre circulante contra las paredes de las arterias, que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. Cuando esta fuerza es demasiado elevada, se considera la hipertensión, según explica la OMS.

Según esto, la tensión arterial “se expresa mediante dos cifras: la primera –tensión sistólica– representa la presión que ejerce la sangre sobre los vasos cuando el corazón se contrae o late, mientras que la segunda –tensión diastólica– representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro”, señala la organización.

Cabe destacar que esta enfermedad es silenciosa, cada vez más común, que aunque no da síntomas por sí sola, cuando se deja a su evolución natural produce un gran número de complicaciones en el cerebro, corazón, grandes arterias y riñón, que afectan gravemente a la esperanza y calidad de vida de los pacientes.

Muchos pacientes asocian el dolor de cabeza (cefalea) a la elevación de la presión, aunque la mayoría de las veces sucede lo contrario: cualquier dolor de cabeza provoca la elevación de las cifras de presión.

Bajo ese contexto, para establecer el diagnóstico de hipertensión, los expertos toman mediciones dos días distintos y si en ambas lecturas la tensión sistólica es superior o igual a 140 mmHg y la diastólica superior o igual a 90 mmHg, significa que la persona sufre de esta condición.

¿Qué podría causar esta afección?

La Organización Mundial de la Salud indica que hay tanto causas modificables como no modificables. Las primeras están relacionadas comúnmente con dietas poco saludables, es decir, el consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras. Asimismo, la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol, y sufrir de sobrepeso u obesidad.

Ahora, entre las causas no modificables, están los antecedentes familiares de hipertensión, la edad (más de 65 años) y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.

5 consejos para evitar la hipertensión arterial

– Abandonar el hábito de fumar de manera taxativa

– Reducir el exceso de ingesta de sal en la dieta a unos 5 g/día

– Reducir el consumo de alcohol

– Reducir el sobrepeso, si existe

– Tener una alimentación balanceada

– Realizar ejercicio físico moderado de forma habitual

Los cambios en el estilo de vida ayudarán a tener una vida más saludable.