Realizar ejercicios no sólo contribuye al mantenimiento de un peso corporal sano, sino también aumenta la movilidad, protege contra la pérdida de masa ósea, reduce los niveles de estrés y aumenta la autoestima, según el Texas Heart Institute (THI).
Estudios han demostrado que las personas que hacen ejercicio tienen menos probabilidades de padecer enfermedades del corazón, presión arterial alta y niveles elevados de colesterol. Las personas de cualquier edad y nivel de condicionamiento físico pueden beneficiarse realizando algún tipo de ejercicio físico, ya sean carreras, caminatas, baile de salón, ejercicios aeróbicos acuáticos, jardinería o cualquier otra actividad física.
Antes de iniciar un programa de actividad física, el Texas Heart Institute (THI) recomienda:
El primer paso que debe tomar es consultar al médico, especialmente si tiene alguno de los siguientes factores de riesgo:
- Toma un medicamento recetado.
- Ha tenido alguna vez algún tipo de problema cardiovascular, especialmente un ataque al corazón.
- Es diabético.
- Tiene problemas de los huesos o las articulaciones.
- Sufre de presión arterial alta y no toma medicamentos para controlarla.
- Tiene antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria.
- Es un hombre mayor de 45 años de edad o una mujer mayor de 50 años de edad, y no está acostumbrado siquiera a niveles moderados de ejercicio físico.
- Fuma.
- Tiene mucho sobrepeso.
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Hay tres categorías de ejercicio físico: cardiovascular, de fortalecimiento y de flexibilidad.
El ejercicio cardiovascular también se denomina ejercicio aeróbico. El ejercicio aeróbico emplea los músculos grandes y puede realizarse durante largo tiempo. Por ejemplo, las caminatas, el trote, la natación y el ciclismo son actividades aeróbicas. Estos tipos de ejercicios hacen que el organismo use el oxígeno de manera más eficiente y brindan máximos beneficios al corazón, los pulmones y el aparato circulatorio.
Los ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad se denominan ejercicios anaeróbicos. El ejercicio anaeróbico no brinda beneficios cardiovasculares, pero fortalece los músculos y los huesos. Los ejercicios de fortalecimiento requieren un esfuerzo intenso pero de corta duración. Los ejercicios de flexibilidad, que también son anaeróbicos, tonifican los músculos al estirarlos y pueden prevenir los problemas musculares y de las articulaciones más adelante.
El ejercicio cardiovascular es todo ejercicio que aumenta la frecuencia cardíaca a un nivel donde aún es posible hablar pero se empieza a sudar un poco.
Según el Texas Heart Institute (THI), realizar 150 minutos de ejercicio por semana en intervalos de 30 minutos es la cantidad mínima de ejercicio cardiovascular que se necesita para que el corazón se beneficie.
Esta cantidad de ejercicio le permite realizar actividades físicas cinco días a la semana y descansar dos días. El instituto recomienda en su portal web realizar actividad física 30 minutos al día durante 30 días para que el hábito de hacer ejercicio con regularidad se arraigue.
Cualquier tipo de movimiento es bueno. Definitivamente el ejercicio ayuda a prevenir enfermedades del corazón incluso la limpieza del hogar y la jardinería. Pero si desea adelgazar, deberá realizar algún tipo de ejercicio cardiovascular durante 30 a 45 minutos o más, cuatro o más días por semana.