Cómo encontrar paz en medio de los problemas

¿Hay algo que te quite la paz en este momento? A lo mejor un problema de salud, una quiebra financiera, no lograr los resultados en tu proyecto o negocio, un hijo que va por el mal camino o cualquier situación que estés enfrentando.

Si te preguntara en este momento cuáles problemas no te permiten estar en paz, me imagino que la lista no sería corta. La realidad es que no tenemos que ir en busca de los problemas, ellos vienen por sí solos hacia nosotros y generalmente llegan en el momento menos esperado.

Lo que no podemos negar es que desde que vinimos al mundo empezamos a tener problemas, pues éstos son parte de la vida. ¿Acaso has conocido a alguien libre de problemas? Yo tampoco. Lo peor de este caso es que en muchas ocasiones nos creemos víctimas y pensamos que solo a nosotros vienen los problemas. Nos preguntamos ¿Por qué a mí? ¿Qué he hecho para merecer esto? O creemos que nuestros problemas son el resultado de alguna mala decisión que tomamos. 

Ésta última puede que nos genere alguna duda en su momento, pero una vez los problemas llegan debemos hacer algo para solucionarlos. Sin embargo cuando éstos llegan, terminamos evadiéndolos, paralizándonos o peleando, lo que pueden ser respuestas reactivas que al final en vez de ayudarnos a encontrar una solución, terminan empeorando la situación.

¿Crees que sería ideal tener una vida sin problemas? Si tu respuesta es “sí” creería lo mismo, pero si esto fuera posible fuéramos seres humanos débiles, insensibles e incapaces de enfrentar la vida, ¿por qué? Porque los problemas nos ayudan a ser más sabios, más fuertes y resilientes ante las adversidades.

Como los problemas siempre estarán presentes en nuestras vidas, ya sean personales, familiares o sociales, ¿Crees que sería sabio buscar la manera para que éstos no nos quiten la paz cuando llegue a nosotros?

Cuando algunos de mis clientes, familiares o amigos están pasando por alguna dificultad les pregunto. “¿Tu problema tiene solución? Si su respuesta es “sí” entonces le digo ¿por qué te preocupas?. Si su respuesta es “no” entonces le pregunto: ¿Vale la pena preocuparte cuando tu problema no tiene una solución?. 

Ahora, puedes que pienses, “Es muy fácil decirlo cuando no eres tú quien está pasando por el problema que yo estoy enfrentado. Entiendo perfectamente tu punto de vista, pues yo también pensaba de ese modo. Por lo tanto, actuar de manera proactiva y pacífica ante un problema no es algo que se logra de la noche a la mañana. Mas lo que te puedo asegurar es que sí es posible que tus problemas no te roben la paz, el sueño y hasta la salud.

Para esto es preciso que aprendas a tomar el control, no de tus problemas sino de tus pensamientos. Al lograr esto podrás mantener la calma y no permitir que los problemas terminen arrebatándote la paz.

En el artículo anterior mencionaba brevemente un poco de mi historia personal sobre una relación de pareja que terminó en una separación. Después de esa separación, pasé por muchas dificultades. Unas de ellas fue que, en ese momento estaba pasando por depresión post parto, por lo que la separación empeoró mi estado emocional, tuve que mudarme en un cuarto con mi niña de un año porque no tenía los recursos económicos para poder rentar un apartamento, tenía que dejar a mi niña al cuidado de una persona para ir a trabajar y cubrir mis necesidades, y encima de todo eso, la insegura y baja autoestima por la cual estaba pasando me hacia sentir mas deprimida.

Si continuo escribiendo todas las adversidades que enfrenté, tendría que escribir un libro al respecto. El punto al que quiero llegar aquí, es que tarde o temprano a todos se nos presentan problemas, sin embargo, no son éstos los que nos afectan, sino la actitud que tomamos ante ellos. 

Después de todas esas adversidades tuve la oportunidad de regresar a la universidad y finalizar mi carrera, logré comprar una casa para darle un espacio digno a mi hija, escribí mi libro “Un Encuentro Con Tu Verdadero Yo” y entre otros logros más, pero los más importante de todos es que fui capaz de convertirme en una mujer resiliente, emocionalmente más fuerte y logré descubrir mi vocación como Life Coach la cual me ha permitido ayudar a otras mujeres a superar las adversidades que se les presentan en su vida personal, matrimonios y en sus carreras.

Entonces, ¿por qué no darle la bienvenida a los problemas sabiendo que éstos vendrán para sacar lo mejor de nosotros? En el momento que se presente un problema en tu vida, te invito a que hagas lo siguientes pasos y descubrirás que los problemas no tienen el poder sobre ti para quitarte la paz, sino que tú eres quien tiene el control.

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¿Listo?

Paso 1

No Te Victimices

Los problemas se les presentan sólo a los que son capaces de vencerlos. No te preguntes “Por qué a mí? Pregúntate: ¿Qué oportunidad me está ofreciendo esta situación? Recuerda que los problemas no son problemas sino oportunidades.

Paso 2

Mira el Lado Positivo

Todo problema trae algo positivo a pesar de lo grande que sea. Cada problema que enfrentamos viene con un propósito, ya sea un aprendizaje o una nueva oportunidad. Como una vez escuché al pastor T.D. Jakes decir: “Las oportunidades vienen envueltas en problemas.” En otras palabras, detrás de tu “problema” se esconde una gran oportunidad. 

Paso 3

Sal de Tu Problema 

“No te puedes ver tú mismo si estás dentro de la foto.” A qué me refiero, que cuando estas envuelto en el problema no puedes ver una solución. Mira el problema como si otra fuera otra persona que lo está enfrentando y pregúntate, ¿qué soluciones puedo yo encontrar a esta situación? 

Paso 4

Busca Ayuda

Si sientes que la situación se te escapa entre tus manos y pierdes el control, busca ayuda. Tú no estás solo. Hay muchos profesionales con la capacidad y la integridad para ayudarte. Buscar ayuda no es señal de debilidad sino de fortaleza y valentía. Al final de cuentas estamos aquí para ayudar.

Paso 5

Recuerda Tu Fortaleza

Eres Más Capaz de lo que piensas. Recuerda que si los problemas vienen a ti es porque tienes la fuerza y la capacidad para superarlos. Pues Dios no nos da una carga que no podamos superar. Cree en ti. Tu problema es algo pasajero. Al final estarás agradecido por haber pasado por dicho problema, pues este traerá una nueva oportunidad a tu vida. 

Concluiré con la siguiente frase de Juan Luis Vives…
La primera condición para la paz es la voluntad de lograrla.” 

¿Estás listo para lograr tu paz? No permitas que los problemas te la arrebaten.

¿Cuál fue la parte o la frase que más te llamó la atención?

Si en algún momento pones esto en práctica, me encantaría escuchar tu experiencia.

Con Cariño,

María Elena Encarnación