La relación de pareja es un complemento de dos personas que deciden unirse para ambas dar lo mejor de sí, superar las dificultades, trabajar juntos para lograr ser más felices y que dicha unión perdure con el tiempo.
Eso sería lo ideal ¿Cierto? Sin embargo eso no sucede en todas las relaciones. En muchas ocasiones, cada persona no es capaz de dar lo mejor de sí, puesto que no puede dar lo que no tiene. Me refiero a, nada más y nada menos que el amor. En otras palabras, no tener una autoestima saludable que contribuya a una relación fuerte y feliz.
Puede ser que la autoestima suene como un cliché en estos tiempos, sin embargo esta puede ser la causante de muchos estrados y adversidades en una relación de pareja tanto en la comunicación como en la intimidad.
Para continuar, vamos a empezar definiendo la autoestima para mayor claridad en el tema. Según Wikipedia, “La autoestima es el conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamientos dirigidos hacia uno mismo, hacia nuestra manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.” En conclusión: la autoestima es el amor o apreciación que uno siente por sí mismo.
Ya que tenemos una percepción más clara de lo que es la autoestima, ahora vamos a tratar un poco sobre cómo ésta puede afectar la relación con tu pareja o viceversa.
Si la autoestima es el amor que uno siente por sí mismo, ¿ cómo podría ser tu relación de pareja si uno de los dos no se ama a sí mismo? No podemos dar lo que no tenemos. Por lo tanto, si el amor es un elemento fundamental en la relación, y no lo tenemos por nosotros mismo, por ende éste no estará presente, lo que pondría en riesgo nuestra relación.
Hace más de una década, tuve una relación que con el tiempo me enseñó una gran lección. Iniciamos un noviazgo como muchas parejas. Una relación muy apasionada, podría decir que era casi perfecta. En conclusión, éramos muy felices.
Con el pasar del tiempo, mi vida empezó a girar en torno a mi pareja. Me vestía elegante, me maquillaba y me arreglaba el pelo para él, pendiente de que me halagara por lo bonita que me había puesto. Hacía varias cosas para complacerlo y hacerlo feliz, más terminaba defraudada y triste porque después de los esfuerzos que hacía no veía que él lo tomara en cuenta.
En los momentos que él estaba enojado, me sentía triste y si él estaba alegre, entonces yo también me sentía alegre. Por otra parte, en la intimidad me sentía insegura por mi cuerpo y con miedo de no satisfacerlo sexualmente, lo cual no me permitía disfrutar a plenitud ese encuentro íntimo con él y por ende él tampoco.
Mientras pasaba el tiempo me sentía invisible ante él, no veía que me valorara, y sobre todo, sentía que él ya no me amaba. Para no hacer más larga la historia, poco tiempo después, nuestra relación fue cayendo al abismo, hasta el punto de separarnos.
Sufrí mucho y me tomó varios años recuperarme emocionalmente. Más con esa experiencia aprendí muchas cosas, entre ellas, las más importantes: Que tengo que amarme yo primero para poder amar sanamente a los demás, y que si yo no siento amor por mí, las otras personas tampoco lo sentirán.
Con esta experiencia quiero destacar que él no fue el ogro en la relación o el malo de la película, tampoco fue su responsabilidad que yo me sintiera o me percibiera del modo que yo lo hacía. Lo que quiero resaltar es que en el momento que me abandoné, que dejé de ser yo y que hice que mi mundo girara en torno a él, en ese momento su interés por mí empezó a desvanecerse.
En otras palabras, el dejar de amarme, conllevó a que él también dejará de sentir amor por mí. Cuando no nos amamos, cuando la percepción que tenemos de nosotros mismos es de inferioridad, de no merecimiento o de víctima, las otras personas de una u otra manera manifestarán lo mismo hacia nosotros, pues no atraemos lo que queremos sino, atraemos lo que somos y lo que sentimos.
Si te sientes identificado por mi experiencia, o tienes baja autoestima y te gustaría fortalecerla, a continuación te compartiré algunas acciones que yo tomé para recuperar el amor propio y valorarme hasta lograr convertirme en una mujer segura de mí misma.
Esas acciones aplican tanto para hombres como para mujeres. ¿Estás listo o lista para fortalecer tu autoestima?
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¡Aqui vamos!
Acción #1. Toma tiempo para ti.
Cuando amas a alguien, esa persona tiene prioridad para ti, ¿cierto? Esto significa que tomas tiempo para compartir con esa persona, le haces algún regalo o haces cualquier cosa para agradarle. El punto al que quiero llegar es que si haces eso por otra persona, debes empezar por ti. Toma tiempo para ti, para hacer lo que te gusta, ya sea ir de paseo, leer un buen libro, salir con amigos, ir a caminar, o cualquier cosa que disfrutas hacer. Sólo cuando experimentas el amor por ti mismo podrás conocerlo, aceptarlo y manifestarlo con los demás.
Acción #2. No te autocritiques
La aceptación es un acto de amor, sin embargo, cuando hacemos lo contrario, que en vez de aceptarnos con humildad, terminamos autocriticándonos, juzgándonos al hacer algo incorrecto, o terminamos culpándonos cuando algo nos sale mal. La autocrítica destruye el amor. Así es que debes reconocer que eres humano, que no eres perfecto al igual que cada ser humano sobre la tierra. En vez de autocriticarte, reconoce que tienes áreas de debilidad y que éstas pueden fortalecerse cuando las aceptas con amor, no con crítica.
Acción #3. Alimenta tu mente con información de autoayuda
El autoconocimiento te ofrecerá un nuevo despertar en tu vida. Por medio de este descubrirás parte de ti que a lo mejor aún no conoces. Somos lo que pensamos y nuestros pensamientos son creados por la información que vemos, leemos o experimentamos. Si tienes baja autoestima y sólo miras información deprimente y triste, entonces de la misma manera te sentirás. Busca información que te ayude a ser mejor. Mientras más aprendes sobre ti, más emocionalmente saludable serás.
Acción #4. No te compares
En este mundo todos somos diferentes, con características, cualidades, comportamientos y cuerpos diferentes. Eso significa que tú no eres, ni serás igual a nadie y vice versa. Las comparaciones te hacen sentir inferior, insatisfecho, desdichado. En la vida siempre habrá alguien con mejor estatus financiero que nosotros, con mejor educación, cuerpo, etc. Lo más importante es reconocer que cada uno es especial en su infinita diferencia, incluyéndote a ti. Recuerda que no existe o existirá alguien igual a ti, lo cual te hace único. Agradece y resalta tus virtudes y empiezas a fortalecer tus debilidades. Te sorprenderás de los resultados si lograras hacer esto.
Acción #5. Aléjate de las personas negativas
Te conviertes en las cinco personas que más frecuentas. ¿Sabes por qué? Porque la cercanía es poder y mientras más cercano estás de alguien más posibilidades tienes en aprender o adaptar su comportamiento. Si tienes baja autoestima y sueles frecuentar con alguien de personalidad negativa, ¿qué crees que sucederá? En vez de ayudarte, esa persona te hará sentir peor.
Es necesario rodearte de “personas vitaminas”. En vez de contaminarte con el negativismo, te animarán, te inspirarán y te motivarán a ser mejor cada día.
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Gracias,
María Elena Encarnación